Para triunfar en la economía mundial actual, es necesario estar listo para realizar transacciones en diferentes países. Todas las empresas internacionales cuentan con operaciones, socios, alianzas y líderes que provienen de diversas partes del mundo. Es común que tengan múltiples oficinas centrales, lo que muestra la amplitud de su manera de pensar y ver el mundo.
Aprender a dirigir un negocio internacional implica desarrollar un conjunto de habilidades clave que permiten operar de manera efectiva más allá de las fronteras geográficas, impulsando así el crecimiento de la empresa. Estas habilidades son fundamentales para el éxito en un entorno globalizado.
- Experiencia en el extranjero
Para ser un buen líder empresarial a nivel internacional, es importante expandir tus horizontes culturales y entender cómo se negocia en diferentes partes del mundo. Muchos ejecutivos exitosos han vivido en el extranjero por largos períodos y comprenden bien la dinámica de los negocios en un entorno globalizado.
- Profundo conocimiento de uno mismo
Entender lo que uno cree y cómo difiere de los demás es esencial para tener éxito a nivel internacional en el mundo empresarial. Sin esta habilidad, es difícil adaptarse a diferentes creencias y las oportunidades de negocio se perderán. Evita caer en la trampa de pensar “yo tengo razón, tú estás equivocado”.
- Sensibilidad a la diversidad cultural
¿Podría estar dispuesto a probar comidas poco convencionales? ¿O a ajustar su horario de sueño y alimentación para seguir las costumbres locales? En diferentes lugares, acciones cotidianas pueden ser consideradas ofensivas, como clavar los palillos en el arroz u ofrecer la mano izquierda al saludar. Esta sensibilidad parte de la experiencia. Para tener éxito en el ámbito empresarial, es fundamental mostrar interés genuino por las vidas y las culturas ajenas, comprendiendo que la propia no es automáticamente superior.
- Humildad
Mostrar curiosidad por distintas culturas y observar cómo los individuos de esas culturas realizan sus actividades, sobre todo en el ámbito empresarial, requiere humildad. Esta humildad implica reconocer que diferentes lugares y culturas han resuelto de forma interesante los desafíos de la vida. Si deseas ser un buen profesional de los negocios internacionales, es fundamental estar dispuesto a explorar esas soluciones y sentir fascinación por ellas. Este rasgo exige disposición y habilidad para escuchar atentamente y con auténtico interés.
- Curiosidad permanente
El universo cambia constantemente. Si no mantienes viva tu curiosidad, si te conformas con lo que ya sabes, acabarás desconectado, incapaz de participar en conversaciones o seguir el ritmo. Es crucial ser consciente de que nunca sabes lo suficiente y siempre hay más por descubrir para estar al día con las nuevas oportunidades de aprendizaje.
- Honestidad prudente
En el mundo de los negocios, las interpretaciones de la “honestidad” y la “verdad” pueden ser muy diferentes, lo que lleva a veces a la omisión de información o a la comunicación selectiva de la verdad. A pesar de cómo maneje sus valores éticos y morales a nivel personal, en contextos empresariales globales, la fiabilidad es clave.
- Pensamiento estratégico global
Cuando se tiene una visión global, se planifica estratégicamente la gestión de empresas utilizando a los mejores talentos a nivel mundial. Este nivel de comprensión se logra gracias a una extensa experiencia en redes internacionales en salas de juntas globales y a la capacidad de entender cómo interactúan las diferentes partes de la industria a nivel internacional. Para tomar decisiones acertadas en su empresa, es fundamental comprender el funcionamiento del mundo empresarial a escala global.
- Pacientemente impaciente
¿Cómo podemos alcanzar la perspectiva de ser impacientes con paciencia? Es necesario tener prisa, pero también la cantidad adecuada de paciencia para permitir que los procesos locales y regionales se desarrollen naturalmente. El tiempo y el ritmo difieren entre los países, lo que puede resultar desafiante al tratar de equilibrar las demandas de las tendencias competitivas y tecnológicas con las culturas locales para aquellos que no están familiarizados con esta situación.
- Bien hablado
Al afrontar desafíos al trabajar con interpretes o gestionar diálogos en varios idiomas, es esencial tener la habilidad de expresarse de manera clara en el ámbito empresarial. Hablar en el idioma nativo de tus interlocutores suele ser beneficioso, pero la falta de claridad puede generar complicaciones. Una comunicación transparente es fundamental en el liderazgo global.
- Buen negociador
Para tener éxito en el comercio internacional, se necesita habilidad para negociar considerablemente. Cuando se combina esta habilidad con un gusto natural por la negociación, se puede llegar a ser un negociador altamente efectivo.
- Presencia
Si eres un líder reconocido a nivel mundial, es probable que tengas un carisma especial. Aunque parte de esto pueda deberse a tu posición o título, en su mayoría se debe a tu forma de comportarte, tu seguridad en ti mismo, tu entusiasmo, tu interés en los demás y tu capacidad para superar desafíos. Aunque no quieras aceptarlo, estas cualidades son importantes.
Belén Stettler Wiertz es una experta en comunicación política y relaciones públicas, con una trayectoria destacada en la creación y gestión de estrategias de marca personal y comunicación gubernamental. Fue becaria del prestigioso programa Fulbright en Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde perfeccionó sus habilidades en liderazgo y estrategias políticas. Graduada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con especialización en opinión pública y publicidad, Belén ha aplicado su conocimiento en diversos contextos, tanto en el sector público como en el privado. Además, completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, enfocándose en la comunicación estratégica para la gestión pública. Su experiencia abarca la capacitación de líderes y funcionarios en técnicas de comunicación efectiva, así como la dirección de campañas de comunicación a distintos niveles de gobierno.