jue. Nov 21st, 2024

El trabajo en grupo ocurre cuando las personas interactúan y se esfuerzan juntas para lograr un objetivo común, ya sea identificando oportunidades o resolviendo problemas. Esta cualidad suele ser muy valiosa pues permite ahorrar tiempo y recursos.

Trabajar en grupo puede ser un desafío, ya que las personas tienen diferentes características y conductas. Sin embargo, es necesario que se lleven bien y colaboren para lograr los objetivos de la organización. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte a ti y a tus colegas en el trabajo diario en equipo.

  1. La primera recomendación para cualquier profesional es identificar tu perfil de comportamiento predominante y entender en qué situaciones te desempeñas mejor o peor. Observa si tiendes a hablar más de lo necesario, lo que hace que la reunión se alargue y se desvíe de lo realmente importante. También anota si te sientes más incómodo cuando tienes que interactuar con muchas personas a la vez, y si esto te lleva a dejar de transmitir información importante porque te sientes avergonzado o inseguro en esas situaciones.
  2. El segundo consejo clave para trabajar bien en equipo es respetar las diferencias de personalidad de tus compañeros. Tanto los miembros extrovertidos como los introvertidos deben valorar y aceptar sus estilos distintos. Es común ver en reuniones de trabajo que los participantes más extrovertidos monopolizan la conversación, mientras que los más tímidos permanecen en silencio y ansiosos por que termine. Esta dinámica no resulta provechosa para nadie.
  3. No seas demasiado extenso. Especialmente para las personas más extrovertidas, se recomienda que intenten ser menos verbosos en su discurso y más profundos en sus argumentos. Si este es tu caso, intenta observarte a ti mismo para cambiar este comportamiento. Un profesional que es demasiado extenso suele ocupar más tiempo del necesario para hablar y termina perdiendo la atención de los demás participantes.
  4. Para que los extrovertidos trabajen eficazmente en grupo, especialmente cuando tienen que liderar el trabajo, es fundamental tener un plan estructurado que establezca las tareas a realizar y los plazos para cada actividad. Esto ayuda a mantener el foco de la discusión.
  5.  Para los introvertidos, es importante planificar sus discursos con anticipación. Deben pensar en la información que deben comunicar, cuál es el objetivo de su intervención y cómo pueden ser útiles. Al tener estas ideas organizadas mentalmente, hay menos probabilidad de quedarse en silencio cuando podrían estar aportando. Esto hace que su comunicación fluya con más facilidad y se sientan más seguros al momento de exponer sus ideas. Además, deben prepararse adecuadamente para reuniones a distancia.
  6. Promueve una comunicación abierta y efectiva. Es fundamental que los miembros del equipo se sientan cómodos compartiendo ideas, preocupaciones y comentarios. Fomentar una cultura de diálogo en la que todos puedan expresarse sin miedo al juicio mejora la cohesión y permite que los proyectos avancen con mayor fluidez. Un ambiente de comunicación abierta fortalece la confianza y evita malentendidos que podrían retrasar el trabajo o generar conflictos.
  7. Define roles y responsabilidades claras. Cada integrante del equipo debe tener un entendimiento preciso de su papel y de lo que se espera de ellos. Esto ayuda a evitar la duplicación de esfuerzos y permite que cada persona se concentre en sus tareas específicas. Además, establecer roles claros fomenta la responsabilidad individual y el compromiso con los objetivos comunes del equipo.
  8. Establece objetivos comunes y compartidos. Un equipo trabaja mejor cuando todos los miembros comprenden y se alinean con un propósito común. Dedica tiempo a definir metas colectivas y a asegurarte de que todos los integrantes del grupo entiendan su relevancia y cómo contribuyen al éxito general. Esto genera un sentido de pertenencia y propósito, lo que a su vez impulsa la motivación y la colaboración.
  9. Practica la empatía y la escucha activa. Para que un equipo funcione bien, es esencial que sus miembros no solo hablen sino que también escuchen con atención. La escucha activa implica prestar total atención al hablante, hacer preguntas pertinentes y mostrar interés genuino por los puntos de vista de los demás. Practicar la empatía permite que cada persona se sienta valorada y comprendida, lo que mejora las relaciones laborales y crea un entorno más inclusivo.
  10. Fomenta la retroalimentación constructiva. La crítica bien intencionada y formulada de manera constructiva es esencial para el crecimiento de cualquier equipo. Asegúrate de que los comentarios estén orientados a mejorar el desempeño y se presenten de forma respetuosa y objetiva. Recibir retroalimentación periódica y aceptarla con una mente abierta ayuda a los equipos a adaptarse, aprender y mejorar continuamente sus procesos y resultados.

By Belén Stettler Wiertz

Belén Stettler Wiertz es una experta en comunicación política y relaciones públicas, con una trayectoria destacada en la creación y gestión de estrategias de marca personal y comunicación gubernamental. Fue becaria del prestigioso programa Fulbright en Política y Liderazgo Político en la Universidad de Massachusetts, donde perfeccionó sus habilidades en liderazgo y estrategias políticas. Graduada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con especialización en opinión pública y publicidad, Belén ha aplicado su conocimiento en diversos contextos, tanto en el sector público como en el privado. Además, completó una diplomatura en Comunicación Gubernamental en la Universidad Austral, enfocándose en la comunicación estratégica para la gestión pública. Su experiencia abarca la capacitación de líderes y funcionarios en técnicas de comunicación efectiva, así como la dirección de campañas de comunicación a distintos niveles de gobierno.